07.162019
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Qué es la pintura decorativa

La pintura decorativa: concepto, diseño y materiales

Tradicionalmente, la pintura decorativa era la realizada para ornamentar determinados objetos de uso cotidiano y utilitario, tales como jarrones, cerámicas, repisas, bandejas o muebles, entre muchos otros.
En este sentido, los materiales empleados como soporte pueden ser de muy diferente índole: metal, tela, madera, piedra, vidrio, porcelana, papel, cuero, etcétera. En función del tipo y características de cada material, varían asimismo el tipo de pintura a utilizar y su acabado.

En la actualidad, sin embargo, la pintura decorativa se emplea también para ornamentar todo tipo de paredes y fachadas, a las que confiere un toque sofisticado, creativo y ciertamente original.
Los diseños utilizados en la pintura decorativa son muy variados, abarcando flores, escenas infantiles, escenas campestres, motivos navideños, pinturas con plantillas y otros muchos.

Efectos que pueden conseguirse con la pintura decorativa

La pintura decorativa permite jugar tanto con el color como con las texturas, dando lugar a numerosas combinaciones y posibilidades de decoración.

Se pueden de esta forma crear diferentes contrastes y efectos con los que resaltar un determinado estilo, tales como el efecto arena, el efecto mármol, el efecto estuco, el efecto cristal, el efecto granito o, entre otros, el efecto metalizado.

Otro destacado efecto es el llamado atmosphere, que da como resultado una decoración moderna con múltiples matices.

En todo caso, antes de elegir un determinado efecto es necesario tener en cuenta el tipo de superficie (rugosa o lisa), así como si se aplicará en interior o exteriores, ya que la pintura a elegir será distinta en cada caso.

Tipos de pintura decorativa

En función del resultado que esperemos obtener, existen diversas clases de pintura decorativa.
Una de las más populares es la conocida como tierras florentinas, que busca emular la decoración existente en los antiguos palacios renacentistas. Esta pintura destaca sobre todo sobre un soporte liso, aunque también puede aplicarse sobre uno rugoso. Se trata de una pintura decorativa muy resistente y que admite una considerable variedad cromática, con un acabado muy señorial.

También merece la pena destacar la llamada pintura siroco, que genera un aspecto arenoso con el que obtener un ambiente rústico muy acogedor.

Otra forma de conseguir un acabado rústico es mediante el empleo de brisas, unas pastas especiales de pintura que pueden aplicarse a llana sobre cualquier clase de soporte.

Todos estos tipos de pintura decorativa se pueden, además, complementar con grecas o cenefas, consiguiendo una ornamentación ciertamente original y de gran estilo.